Editorial

Temor chino se suma a bajos precios petroleros

<p>El precio del petróleo, la expectativa por tasas en Estados Unidos y una eventual burbuja bursátil en China se asientan en la economí</p><p>&nbsp;</p>

A pocos días de entrar al octavo mes del año, hay tres grandes temores que se ciernen sobre la economía mundial. El primero tiene que ver con los bajos precios del petróleo como consecuencia de la entrada al mercado de la producción de Irán y a la cada vez mayor extracción de crudo en Estados Unidos; el segundo, viene de la mano de la tormenta en las bolsas de valores desatada por la situación en China, y finalmente a estos dos factores se suma la incertidumbre por el ajuste de tasas de interés que eventualmente realizará la autoridad económica de Estados Unidos, la Reserva Federal.

Son los tres elementos más importantes que mayor incertidumbre le están generando a la plena reactivación de la economía global, eso sin tener en cuenta la lenta disipación de la situación de Grecia que mantuvo en calma chicha a la Unión Europea y que poco a poco se desinfla luego de que el país europeo recibiera una tercer rescate económico. El precio del petróleo no se recuperará en el corto plazo y todo parece indicar que los países que hicieron presupuesto con un valor cercano a los US$50 por barril no se equivocaron pues las condiciones de oferta sentencian mayor producción y bajos precios. El otro aspecto que influirá en la prospectiva económica es una eventual subida de tasas en Estados Unidos que se daría en la próxima reunión de la Reserva Federal en las próximas semanas que se aliviaría la fuerte devaluación de las monedas emergentes.

Pero el gran fantasma viene del lejano oriente con la situación de las bolsas en China que han sufrido graves pérdidas en las dos últimas semanas. El pasado lunes se registró el mayor desplome desde febrero 2007 que envía a los mercados una señal sobre la lentitud con que retoma vuelo del gigante asiático y segundo motor de la economía mundial. El gobierno chino no ha ayudado en nada pues ha enviado al mercado secundario varias medidas desesperadas que generan mayor preocupación.

Lo que más temen los especialistas en los mercados emergentes es que se evidencie una burbuja bursátil, tal como lo comenta la prensa especializada: “en 12 meses, el índice de la Bolsa de Shanghai se había revalorizado en un 150% y alcanzó su nivel más alto el pasado 12 de junio, antes de encadenar unas caídas que han provocado pérdidas de unos US$5 billones, sobre todo entre los pequeños inversionistas (un 90 millones de personas). Muchos de ellos entraron en el mercado en los últimos meses atraídos por la posibilidad de obtener rápidos beneficios sin tener apenas experiencia”.

Está claro que la economía china está debilitada y le está pasando la cuenta de cobro a los emergentes de la región como Brasil y Chile. El crecimiento de su PIB en el segundo cuatrimestre se mantuvo en 7% muy lejos de los dos dígitos de otros años. Hay claramente nubarrones sobre la economía global.