Editorial

Un cierre de año clave para los congresistas

<p>El Congreso de la República tiene en sus manos dos asuntos muy importantes para el futuro de los colombianos: un acuerdo de paz y nuevos impuestos.</p><p>&nbsp;</p>

Hace pocos meses habíamos advertido sobre el nivel de trabajo de cara al país que ha recuperado el Congreso de la República, tanto la Cámara de Representantes como el Senado; los “padres de la Patria”, han dado pequeños pasos de mejoría, pasando la página de institución paria de otros periodos en la historia reciente del país político. Si bien no es el nivel que los colombianos esperan del poder legislativo, pues el nivel de credibilidad sigue siendo muy bajo, este Congreso sí es de los mejores de los últimos años, no solo por algunos de los debates dados en su interior, sino porque hay un verdadero choque de opiniones, necesario para la convergencia de ideas y posturas que debe albergar esta necesaria institución. Si analizamos la actividad de los senadores y representantes y las discusiones que se dan en sus plenarias y comisiones, nos damos cuenta que hay diversidad, desde los pensamientos más conservadores de derecha hasta los más liberales de izquierda, retratando el país de hoy, muy alejado de las tendencias sectarias y totalitarias de otras décadas.

Pero ese Congreso muy diverso y de ideas contrarias, en donde se ponen en juego las fuerzas del país político, social y económico, tiene el reto de salir bien librado de las discusiones decembrinas que se avecinan. No solo deben refrendar los acuerdos de paz y empezar a estudiar para aprobación urgente los proyectos que garantizan el urgente paso al posconflicto, sino que deben analizar, discutir y mejorar a fondo, la propuesta de reforma tributaria estructural que tienen en sus despachos para que el país económico pueda tener un marco mucho más moderno y acorde a las necesidades de inversión para los próximos años. 

Para algunos se cumplió el peor escenario pues el Congreso tiene en sus manos la paz de Colombia y los nuevos impuesto, pero para otros es el mejor escenario porque pondrá a prueba la calidad de la institucionalidad legislativa. Algunos de los congresistas han jugado un papel determinante en el tema dela paz, no solo respaldando la iniciativa del Gobierno por llegar a un acuerdo con la guerrilla de las Farc, sino los senadores y representantes que han criticado abiertamente la forma como la presente administración ha llevado los acuerdos y algunos puntos alcanzados en tal negociación. 

Si bien la paz es un asunto que curiosamente divide a los políticos y une la base de las clases sociales, en el asunto de los tributos hay menos división, dado que nos acercamos a una año electoral en el que los congresistas deberán planear sus campañas para volver al Congreso, y apoyar nuevos impuestos no es muy electoral. Pero allí está la grandeza de los senadores y los representantes, discutir el tema tan a fondo y conocer las exposiciones de motivos para poder aportarle al país en su rol. Colombia necesita la paz y dinero público para garantizarle a los colombianos del futuro un país mucho más igualitario.