Editorial

Un cuidadoso relevo en el Banco de la República

<p>La política monetaria es uno de los principales pilares de la macro y en particular consiste en el manejo de las tasas para lograr su objetivo</p><p>&nbsp;</p>

Una de las principales instituciones económicas es el Banco de la República. Goza de autonomía administrativa, patrimonial y técnica al ejercer las tareas de banco central. De acuerdo con la Constitución de 1991 y la Ley 31 de 1992, la Junta Directiva del Banco de la República es la autoridad monetaria, cambiaria y crediticia y le corresponde estudiar y adoptar las medidas monetarias, al tiempo que debe lograr a través de manejos monetarias mantener la capacidad adquisitiva de la moneda, en coordinación con la política económica general.

Según sus propias definiciones, tiene el gran objetivo de adoptar las medidas de política que considere necesarias para regular la liquidez de la economía y facilitar el normal funcionamiento del sistema de pagos, velando por la estabilidad del valor de la moneda. “Las funciones especiales asignadas al Banco comprenden la de regular la moneda, los cambios internacionales y el crédito, emitir la moneda legal colombiana, administrar las reservas internacionales, ser prestamista y banquero de los establecimientos de crédito y servir como agente fiscal del Gobierno.

Como parte de sus funciones, el Banco también contribuye a la generación de conocimiento y a la actividad cultural del país”. El tema se trae a colación porque hoy se escoge al nuevo gerente general del Banco de la República, cargo que viene desempeñando José Darío Uribe desde hace doce años y a quien se le acaba el periodo luego de 23 años en el Emisor. Uribe reemplazó a Miguel Urrutia, quien a su vez había ocupado el cargo de Francisco Ortega, todos banqueros centrales respetados en lo académico y en lo político, no obstante las cosas cambian y la economía de hoy es muy diferente a la de hace dos décadas. Al Gerente de turno lo acompañan cinco codirectores que son nombrados por el Presidente de la República por períodos de cuatro años con derecho a reelección.

Ese mecanismo le ha impreso o puesto un sello de calidad al manejo de la banca central colombiana; por fortuna casi todos los codirectores han sido profesionales de academia que contribuyen con sus estudios a la estructuración de la política monetaria. Además de Uribe también se deben reemplazar a dos codirectores que terminan su período, los nuevos tienen que empezar a trabajar en el Emisor en los primeros días de enero. La elección del Gerente General tiene un mecanismo complejo y polémico, pues los codirectores se pueden postular ellos mismos en la lista de opcionados, pero no hay necesidad de revisarla de momento, pues quienes han sido codirectores han actuado con gran profesionalismo. Esta elección es de mucho cuidado porque quien llegue al Banco debe estar ya alejado de intereses políticos, gremiales y empresariales, debe ser un profesional de gran renombre que brille por su trayectoria científica, decisión que abonaría el buen rumbo de la economía.