Un Estado de derecho sólido y con respaldos
sábado, 4 de diciembre de 2021
El World Law Congress 2021, celebrado en Barranquilla, fue una apuesta por la institucionalidad del país, y el premio recibido, un espaldarazo sobre el camino de la legalidad
LR
No puede pasar desapercibido el World Law Congress 2021, celebrado en Barranquilla, que convocó a las principales figuras del mundo legal y en el que se entregó el World Peace & Liberty Award por primera vez, no a una persona, sino al pueblo colombiano, reconocimiento que en el pasado fue entregado a figuras de la historia política internacional como Winston Churchill y Nelson Mandela.
No es un hecho menor y merece destacarse, porque en episodios aislados el Estado de derecho es atacado con ideas populistas para seducir a ingenuos disconformes que buscan cambios de paradigmas o de modelo económico, un cambio por cambiar, que sacrifique el bien más preciado, que es la institucionalidad y las seguridades institucionales que de allí se derivan. Si los políticos locales, los jóvenes, los académicos y los medios de comunicación, entre otras fuerzas vivas de la sociedad, son conscientes de la importancia del Estado de derecho, el país tendrá futuro, pero si no se reconoce lo construido hasta ahora durante nuestra larga historia constitucional y democrática, el futuro estará comprometido y nos veremos más cerca del estado fallido como alguna vez lo fue Colombia.
Hoy, el país obra plenamente como un Estado social de derecho, organizado en forma de república unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista; además que existen unas instituciones de control y vigilancia que han actuado para que así sea y garanticen la armonía que siempre ha estado bajo acecho de los grupos desestabilizadores que quieren imponer sus leyes, sus normas, las reglas que necesitan para imperar al margen de la ley.
Esa lucha permanente contra grupos delincuenciales, terroristas, más las mafias de la corrupción, son los enemigos número uno del Estado de derecho y lo ponen a prueba con grandes cantidades de dinero que todo lo tuercen. Pero allí es en donde el Estado de derecho emerge como un pilar de la sociedad y sobre el cual siempre se construye y se reconstruye justo cuando todo se cree perdido. Bien ha dicho el presidente, Iván Duque, que la distinción con el World Peace & Liberty Award es una forma de enaltecer a todo un pueblo, a los ciudadanos de la Colombia profunda y también es una exaltación a la labor de la fuerza pública, organismos de control, el Congreso y otras entidades fundamentales para el funcionamiento institucional.
Para las autoridades que se dieron cita en Barranquilla, la importancia del Estado de derecho encarnado en Colombia es muy valioso en la región y es evidente que el país ha sido un bastión de la democracia en el continente, pues lo sucedido en Venezuela, Cuba o Nicaragua es una muestra de que hay fuerzas panregionales desestabilizadoras que cabalgan sobre la idea popular de que todo puede ser mejor distribuyendo la pobreza y forzando una migración masiva.
Siempre habrá cosas por mejorar, pero el país político y social va en el camino de buscar que cada persona esté sujeta a la ley, todos, los congresistas, los funcionarios, los encargados de hacer cumplir la ley, como los jueces, bastiones de protocolos regulados por ley y guiados por el respeto a los derechos. Hay cosas por hacer, siempre las habrá, pero Colombia es un país resiliente que lucha por avanzar en el desarrollo, en el progreso económico y en el bienestar de todos.