Editorial

Vender mejor los beneficios de la paz con la guerrilla

<p>John Carlin @johncarlin5 recomienda a Santos vender mejor los beneficios de la paz con las FARC, para que Colombia salga del dilema: &nbsp;paz o guerra</p>

John Carlin es uno de los periodistas europeos más influyentes en América Latina y uno de los mejores conocedores del conflicto que desangra a Colombia desde hace unas seis décadas. En su reportaje habitual que publica el diario El País de España, ha dicho que “el presidente colombiano debe aprender a vender los beneficios de la paz con las Farc”. Un profundo análisis con preguntas y respuestas sobre el proceso que vive el país y que se encuentraen un peligroso cruce de caminos.

Para Carlin: “el nudo del problema, yel motivo por el cual existe la alarmante posibilidad de que la firma de un acuerdoen Cuba no resulte en una paz duraderaen Colombia, es que a la mayoría de los colombianos no les convence el plan que les quiere vender el presidente Santos. ¿Por qué no? Por las mismas razones por las que uno duda a la hora de comprar un coche, una aspiradora o medio kilo de carne. Una, que el producto es caro. Dos, que el vendedor no es muy bueno. Tres, que existe un producto rival a un precio más asequible. Cuatro, que el otro vendedor es mejor. Esto es lo que ocurre hoy con la venta de la paz en Colombia”.

Apunta Carlin que “Santos es un hombre astuto y racional, pero el don de la persuasión no es su punto fuerte. Cuando uno conversa con colombianosen la calle llama la atenciónla ignorancia sobre los dividendos positivos que representaría para el país invertir en la paz. Para el público comprador resulta más seductor -más barato- un proyecto que combine el final de la guerra con las Farc derrotadas y sus líderes en la cárcel. El expresidente Álvaro Uribe, que aboga con más ruido que nadie por una solución militar (o, lo que es lo mismo, por una paz sin las concesiones que una negociación por definición conlleva), es un populista de cabo a rabo”. Y concluye diciendo que “del éxito que tenga Santos en su gran asignatura pendiente dependerá la mejor oportunidad que Colombia ha tenido de conquistar la paz”.

De esta clase de profundos reportajes y de análisis se llenarán los medios de comunicación cuando los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y el Secretariado de las Farc se rompan como muchos avizoran y la oposición añora; todo por el simple hechoque no se han “vendido” los beneficios de desmontar a las Farc como aparato de guerra, quizá la paz llegará al poco tiempo de que eso haya sucedido, pero los colombianos -la inmensa mayoría urbana- no le ven mucho cambio a un país sin guerrilleros alzados en armas asesinando soldados y policías en pueblos remotos de Cauca, Huila o Caquetá.

El problema de la dicotomía “vender la paz o la guerra” tiene que ver con que es un conflicto parcial en donde solo llegan muertos de las zonas rurales y de las clases más desprotegidas, pero del cual se han apropiado los discursos políticos de extremas y obviamente los varones económicos de las armas.