Editorial

Volvera revisar modelode regalías

<p>La primera fase de repensar las regalías dejó aciertos y desaciertos, por lo tanto es un deber del Ejecutivo volver a rediseñar su utilización</p>

Desde hace varios años, el país reclamaba con urgencia una cirugía al sistema de repartición de las regalías, producto de la explotación, pues los millonarios recursos se convirtieron en sinónimo de corrupción, gasto público ineficiente, distribución injusta e inequitativa en favor de solo unas regiones y promotor de mafias políticas. En ese orden, se aprobó una reforma constitucional (acto legislativo 05 de 2011) y una ley reglamentaria para regular la organización y funcionamiento del sistema (Ley 1530 de 2012). Para recordar solo un anécdota de su trámite, la expresión “mermelada en toda la tostada” fue utilizada en forma didáctica por el entonces ministrode Hacienda para mostrar la filosofía dela reforma en cuestión.

Para muchos estudiosos del asunto,las nuevas normas expedidas resultaban beneficiosas y constituyeron un avance frente al modelo anterior, aunque desde el comienzo se plantearon dudas; para los mandatarios locales y la dirigencia política, los requisitos para que las regiones accedieran a los recursos eran extremos por parte de los centros del Gobierno y hubo reclamos de las empresas porque algunas regiones productoras perdían partidas y en esos términos presionaban a las compañías para que entregaran recursos compensatorios a las comunidades.

Sin duda que la discusión sobre el tema de la distribución de este tipo de transferencias no es un tema fácil y siempre habrá discrepancias y sectores descontentos con cualquier esquema. En el fondo, la discusión tiene una connotación técnica que nose puede obviar si se quiere acertar, pero no se puede desconocer que el componente político es fundamental y por lo tanto no hay que dejarlo de lado y no es del caso entrar a discutir aquí su racionalidad.

Ad portas de cumplir cuatro años el nuevo esquema y de haber realizado dos ejercicios bianuales de distribución de los recursos, resulta oportuno hacer una evaluación de su funcionamiento y plantear los ajustes que se requieran teniendo en cuenta que las rentas son limitadas y la explotación minera y petrolera no genera plata de por vida.

Por ejemplo, la reforma constitucional adoptada en 2011 determinó que “los ingresos del Sistema General de Regalías, se destinarán al financiamiento de proyectos para el desarrollo social, económico y ambiental de las entidades territoriales”, lo cual es loable, pero en la práctica lo que se ha hecho es repartir los recursos para satisfacer a cada región y no tener una concepción integral del desarrollo regional. En esos términos, es triste ver que hoy con lo recursos de las regalías no se están financiando proyectos de envergadura, como tampoco planes que involucren a dos o tres regiones. Muchos se preguntan por qué no utilizar parte de las regalías para financiar las 4G y tapar así el hueco que deja la enredada venta de Isagen.