Editorial

Ya pasó el trimestre más malo del año

Entre abril y junio la economía colombiana solo creció 0,3%, el porcentaje más bajo de los últimos meses, si se tiene en cuenta que en el mismo período del año anterior subió a 12,2%

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“Cesó la horrible noche”, dicta el himno nacional, al referirse al fin de las batallas de la Independencia, cuatro palabras que bien se pueden parafrasear de cara al comportamiento de la economía al terminar el primer semestre del año, o mejor, conocerse el desempeño económico entre abril y junio, el segundo trimestre.

Los números son así: el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, dice que hay una desaceleración por el leve crecimiento de 0,3% anual. En el primer trimestre (enero, febrero y marzo), había registrado una dinámica de 3%. Sumados, solo ha habido un repunte de 1,7% en los seis primeros meses, muy por debajo del dato de 10,31% logrado en el mismo periodo del año anterior.

La cifra está en el marco de las expectativas del mercado, que no le apostaban a más de 0,5%, y un buen grupo de expertos veían una cifra negativa. Administración pública, defensa, seguridad social, educación, salud y los servicios sociales, fueron las actividades que más crecieron, 4,5%, y aportan 0,7 puntos porcentuales a la variación anual. Las actividades artísticas, entretenimiento, recreación, servicios, actividades de los hogares, crecieron 12,25%, pero su contribución al resultado total fue de 0,5 puntos porcentuales.

La explotación de minas y canteras creció 3,8% anual y su aporte fue de 0,2 puntos porcentuales. La agricultura pasó de 0,3% a 0,8%, una de las actividades que mejor repunta así sea muy poco. Las que más contribuyeron a la desaceleración fueron el comercio, con una caída de 3,2% y un aporte de -0,6 puntos porcentuales; la industria manufacturera (-0,5 pps); y la construcción (-0,2 pps).

En lo que tiene que ver con el gasto, la demanda final interna cayó 3,9% en el segundo trimestre, mientras que la formación bruta de capital disminuyó 24% (con la formación bruta de capital fijo cayendo 7,8%) y las exportaciones bajaron 14,5%. Mientras que el gasto de consumo final subió 1%.

La directora del Dane, Piedad Urdinola, presentó una comparativa donde expresó que la desaceleración de Colombia también es un efecto que se presenta a nivel mundial. Frente a otros países que ya han reportado resultados, Colombia, con 0,3% en la serie ajustada por efecto estacional, está por debajo de México (2,5%) en la región y de la Unión Europea (0,5%), Italia (0,6%), Bélgica (0,7%), entre otros; el dato local está por encima de Alemania (-0,1%), Austria (-0,3%) y Suecia (-2,2%).

De lejos, un trimestre bastante malo, que por fortuna no se cayó en terreno negativo que reponer, aunque o,3% es una de las cifras más mediocres de la historia reciente, pues ya no se puede hablar de pandemia ni postpandemia, es la cruda realidad local que arrastra externalidades de una coyuntura internacional inflacionaria y bajo crecimiento y una desaceleración local marcada por el clima de incertidumbre del país político, con unas tasas de interés de dos dígitos por encima de la inflación.

Bien se puede decir que el trago amargo de la desaceleración va pasando y que el tercer trimestre puede ser mejor por el frenazo inflacionario, la estabilidad en las tasas de interés, pero sobre todo porque se espera una verdadera ejecución presupuestal del Gobierno Nacional que en promedio solo alcanza 25%, uno de los porcentajes más bajos de la historia del país. Si el Gobierno empieza a gobernar y construir claramente, el remate del año será muy bueno.

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