Así se encuentra la regulación local de los plásticos de un solo uso

Hace pocos días, Panamá fue noticia en el mundo debido a que se unió a la lista de países que prohibieron las bolsas de plástico de un solo uso en su territorio y Colombia ya ha adelantado algunos esfuerzos para mitigar el uso de este tipo de plásticos. A raíz de esto, LR le responde las cinco principales inquietudes sobre el consumo de este tipo de plásticos.

¿Qué es plástico de un solo uso?

Según expertos, se determina que los plásticos de un solo uso, como su nombre lo explica, son aquellos que una vez y se utilizan se tiran a la basura.

Entre estos, además de las bolsas que se reparten en algunos comercios, se encuentran los envases de plástico que no se reutilizan, las envolturas de algunos alimentos, los cubiertos de plástico e incluso los pitillos que aún no se crean bajo materiales oxobiodegradables, así como las tapas de café que se suministran en las principales cadenas.

¿Cuál es la regulación local?

Durante los últimos meses, el plástico ha sido uno de los temas de debate en el legislativo nacional. Habiendo pasado un primer debate en la Comisión quinta del Senado, al proyecto de los congresistas Juan Carlos Losada y Harry González le faltan aún tres debates más y una conciliación una vez y sea aprobado en estos.

El objetivo principal que tiene este proyecto es buscar la prohibición de la fabricación, importación, venta y distribución de plásticos de un solo uso. En su primera jornada, este fue aprobado por unanimidad.

No obstante, en la actualidad, entre los temas presentes en términos de regulación y manejo de este material se encuentran recomendaciones del Ministerio de Ambiente, en las que se busca que algunas de las compañías que producen determinados tipos de plástico respondan por metas en las tasas de reciclaje del material.

Así mismo, otra de las medidas que se tomó para mitigar el consumo de plásticos de un solo uso en el país fue crear un impuesto al consumo nacional de bolsas plásticas, con el que se cobra $40 por cada bolsa entregada en los comercios.

A pesar de esto, son varios los departamentos que, de manera individual, han hecho esfuerzos en pro de la prohibición o mejor manejo y utilización de los plásticos de un solo uso. Hace un mes, el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, firmó un decreto bajo el que se prohíbe que los plásticos de un solo uso sean utilizados en los procesos de contratación realizados por el departamento.

Otro caso es el de San Andrés, que hoy en día cuenta con una política diferencial en esta área luego de que el Senado aprobara la prohibición de la comercialización o uso de bolsas plásticas no reciclables en el archipiélago.

Propuesta de los productores

Daniel Mitchell, presidente de Acoplásticos, comentó que debe construirse una política enfocada más en temas de reciclaje y reutilización de los materiales y no en un freno a la producción de este tipo de materiales.

“Consideramos que existe un desafío muy grande con la gestión de los residuos plásticos y este es un reto que tenemos que resolver. Debemos que llegar a cero plásticos en rellenos sanitarios y que todo se recicle”, comentó Mitchell.

Así mismo, señaló que una prohibición “de tajo” del uso de estos plásticos llevaría a un impacto significativo en la industria, puesto que, de acuerdo con Mitchell, habría efectos sobre más de 100.000 empleos y se perderían entre $8 billones y $9 billones en ingresos de estas compañías.

“Lo que nosotros planteamos es que la prohibición no es el camino sino más bien una regulación que promueva el reciclaje y la economía circular. Lo segundo es promover un consumo racional de estos productos: si no tenemos que consumir un producto, no lo pidamos”, concluyó el presidente de Acoplásticos.

Esfuerzos del sector privado

Los pitillos son una de las fuentes de contaminación más altas en términos de plásticos de un solo uso. Por esta razón, diferentes sectores de la industria han buscado innovar con materiales oxobiodegradables para la mitigación del impacto ambiental de estos o simplemente dejando de ofrecer este utensilio.

Uno de los casos es el de Éxito, lugar en el que se utilizan materiales como el bagazo o el papel para que los pitillos no sean un problema. También, Alsea ha buscado combatir la huella ambiental que puede dejar el suministro de pitillos a partir de utensilios que tienen un proceso de degradación más amable con el ambiente, comparado con el de los pitillos de plástico, el cual puede tardar hasta 1.000 años en descomponerse por completo.

Entre otras iniciativas, y en línea con las políticas de reciclaje del material, Postobón asegura que en la actualidad son 46% los materiales de la compañía que tienen material reciclado como origen y que se espera que esta cifra en PET sea de 70% en cinco años.

Regulación en otros países

Canadá, bajo el gobierno de Justin Trudeau, es uno de los territorios que ha mostrado avances más importantes en términos de regulación de este tipo de plásticos; teniendo en cuenta que 2021 fue la fecha límite que se puso este Estado para que productos como las tapas de café o las bolsas dejen de circular en el país.

Así mismo, esta es la fecha en la que la Unión Europea aprobó una legislación que lleva a que los artículos de consumo de plástico, como platos, cubiertos y pitillos dejen de circular a partir de 2021. Además, se tienen objetivos de recolección de 90% de las botellas de plástico para el 2029 y 30% para el material reciclado que contienen para 2030.

Entre las economías de la región, Panamá también ha trabajado en la prohibición de este tipo de elementos. De hecho, este país se consolidó como el primero en Centroamérica en prohibir las bolsas de plástico que contienen polietileno.

Del mismo modo, en la región Chile ha sido otro de los países que ha prohibido el uso de bolsas de plástico en sus comercios, habiendo sido, en febrero, el primer país de toda América Latina en adoptar esta medida a nivel nacional.

El impacto del plástico de un solo uso en el medio ambiente
La Fundación Aquae, con origen en España, asegura que los océanos acumulan 250.000 toneladas de plástico. Adicional a esto, National Geographic calcula que son aproximadamente 450 años los que dura el material en el entorno marino. Solo un pitillo tardaría un aproximado de 1.000 años en descomponerse y teniendo en cuenta únicamente el caso de Europa, se consumiría por año un estimado de 36.500 millones de pitillos. En total, 100.000 seres vivos mueren por cuenta de los desechos plásticos cada año.