“Buscamos fomentar el desarrollo de capacidades de todas las comunidades locales"

Este año dentro de la agenda de labores humanitarias de Médicos sin Fronteras ha resaltado, al menos en América Latina, los retos e implicaciones sociales de la migración y, en especial, de las rutas peligrosas en el Darién.

Al respecto, Andrés Weisz, director general para Sudamérica, destaca que la problemática no ha disminuido y la labor desde la organización, además de la atención en salud, es fomentar el desarrollo de capacidades locales.

¿Cómo funciona Médicos sin Fronteras y quiénes pueden vincularse?

Lo primero que hay que recalcar es que si bien el nombre lo dice, no somos solo médicos, también hay personal que no es sanitario, un poco de todos los perfiles. La parte de reclutar se hace por medio de la página web, allí los interesados pueden postularse.

Parte de la identidad de la organización desde el inicio son proyectos médicos, ya sea por emergencias naturales como por situaciones creadas por el hombre como conflictos armados, donde el objetivo es tratar las situaciones y hacer público lo que está pasando. Esto tiene una particularidad, porque no está interesada en el conflicto, sino por las víctimas de los conflictos, no tomamos posturas, sino vemos cómo podemos salvar vidas.

¿Cómo van los proyectos en América Latina?

Hoy en día el tema de los migrantes es el tema uno para la región, la ruta de migrantes es muy compleja y difícil. El objetivo principal que tenemos tiene que ver con migrantes y la ruta del Darién, es un trayecto donde uno de los grandes problemas es que la gente no sabe a lo que se va a enfrentar al pasar las fronteras. Nos enfocamos en salud, salud mental y salud sexual y reproductiva. Es algo que tiene que ser atendido. Médicos Sin Fronteras en Colombia llegó con la tragedia de Armero y nunca dejó de estar. Hay un equipo de respuesta de emergencias en todo el país. En general el objetivo también es el tema de migración y de conflicto armado.

¿Cuántas personas se ven beneficiadas de sus programas?

En todo el mundo el año pasado atendió a 12 millones de personas e hizo 1 millón de hospitalizaciones. Sin embargo, hay un componente demasiado importante y es desarrollar a las comunidades para que tengan la capacidad de responder a sus propias circunstancias. Ya no es tanto el número de pacientes, sino cómo se ayuda con todo lo que tenemos a fomentar el desarrollo de capacidades locales para que las propias sociedades puedan funcionar como redes de soporte.