Ambiente

Los parques temáticos, la gestión de residuos y la reducción de la huella de carbón

Gráfico LR

Los parques se alinean cada vez más con el medio ambiente, a la vez que responden a las necesidades que sus mismos clientes les piden

Alejandro Rodríguez Torres

Los parques temáticos y de diversiones se preocupan cada vez más de la creciente inclusión de indicadores ambientales como una prioridad para subsanar su impacto en el medio ambiente.

La Fundación Jaime Duque, por ejemplo, destinó al departamento de gestión ambiental un estimado de $1.997 millones, y Mundo Aventura, con planeación estratégica, $95 millones. En cambio, Maloka, sin un presupuesto específico, saca del bolsillo desde el departamento de seguridad y salud en el trabajo.

La norma internacionalISO 14001 establece un marco para las organizaciones que buscan gestionar sus responsabilidades ambientales de manera sistemática. Así, mediante el Sistema de Gestión Ambiental (SGA), identifican, gestionan, monitorean y controlas sus asuntos ambientales de manera holística.

Y, aunque no es obligatoria, es importante para las organizaciones que desean demostrar su compromiso con la gestión ambiental a sus clientes, empleados y partes interesadas. En ocasiones, para algunos negocios, sí puede ser un requisito.

Daniela Campos, directora de gestión ambiental de la Fundación Jaime Duque, señaló que el área de sostenibilidad está dividida en cinco departamentos: Ecoparque Sabana, Bioparque Bacatá, Gestión ambiental, Gestión de Proyectos e investigación y salud pública.

"La gerencia está convencida del tema", dijo Campos. "Es clave que tu jefe crea".

El grueso de su presupuesto se destina a la separación eficiente, capacitación del público interno y sus familias con el programa Ecotrueque, charlas ambientales, concientizaciones mediante arte, alianzas con entidades ambientales y la planta de tratamiento.

Según Campos, se nota la apropiación del proceso por parte de los trabajadores y de los visitantes, y recalcó que son proyectos rentables con costos iniciales que disminuyen otros.

Por su parte, Mundo Aventura, administrado por Corparques, con un presupuesto de $95 millones, apuntó su gestión ambiental a programas de siembra de árboles, cuotas retributivas para la reforestación ambiental y el trabajo con las comunidades.

Andrés Patiño, subdirector de planeación estratégica y proyectos, cuenta que la medición comenzó en 2021, en la que evidenciaron que el 81,6% del impacto de su huella de carbón era por consumo eléctrico. La primera solución fue el cambio de luminarias.

También dieron rienda suelta al uso de una planta de tratamiento residual y de aguas lluvias, que comenzó con la reutilización de sus fuentes hídricas con una de sus atracciones favoritas: "Tronquitos".

En cambio, Maloka asegura que sus "residuos son mínimos", y que la operación del museo, al ser interactiva, tiene gastos mínimos de electricidad.

Jorge Romero, director de operaciones de la Corporación Maloka, cuenta que la mayoría de sus residuos son generados por el restaurante, así que una vez separados los residuos, realizan un proceso de compostaje para una huerta orgánica. Adicionalmente, manejan puntos de posconsumo de baterías.

"Se hacen exposiciones sobre cómo manejar los temas del cuidado de la tierra", dijo Romero.

Proyectos a futuro

Campos contó que la Fundación Jaime Duque seguirá enfocándose en las reservas naturales, la viabilidad en el consumo de energía mediante paneles solares y energía eólica, la certificación de gestión de basura cero y el ecotrueque.

Patiño, de Mundo Aventura, proyectó el uso de energía solar y la certificación "Huella de carbono" de Fenalco Solidario Colombia.

Romero, de Maloka, no aseguró un plan, pero continuarán con la separación y la donación de chatarra, que solo el año pasado fueron 3 toneladas.

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