Conozca algunas de las iniciativas para alimentar y proteger a perros callejeros

Los perros y gatos se han convertido en un miembro más de muchas familias, sin embargo, todavía hay muchos animales poco afortunados que terminan deambulando solos por las calles sin una persona que les brinde alimento y protección.

Esta es una problemática latente y las cifras lo demuestran. A propósito del Día Internacional del Perro Callejero, el pasado 4 de abril, la Clínica Veterinaria de la Universidad de La Salle publicó un estudio que reveló que, al menos en Bogotá, hay 38 perros en las calles por cada 100 canes que tienen vivienda.

El estudio de 2019 también señaló que en Colombia hay más de un millón de perros callejeros y se estima que en Bogotá hay aproximadamente 150.000 animales sin hogar.

Una de las zonas en la capital en las que es más evidente el abandono es el sur, en Ciudad Bolívar hay más de 7.000 perros callejeros, pero este flagelo se presenta en todo el país.

A raíz de esto, fundaciones en todo el país se han preocupado por los animales sin familia y velan por su bienestar. Muchas iniciativas promueven la adopción de criollos para asegurarles alimento diario, sin embargo, como afirmó Marta Bonilla, directora de Ángeles con Patas Fundación “100% de los perritos que adoptan acá son cachorros, a los mayores es muy difícil encontrarles un hogar”.

También es muy difícil trasladarlos a todos los animales a un albergue. “Recoger a todos los perros callejeros sería imposible, son muchos. Recogemos a aquellos que han sido víctimas de maltratos físicos o accidentes. Tenemos aproximadamente 400 perros”, dijo Bonilla, cuya fundación trabaja en Cartagena.

Ya que no todos los animales son adoptados fácilmente, y aunque algunos sean acogidos en fundaciones, muchos siguen en las calles, por lo que estas entidades se preocupan por buscar alternativas para asegurarse de la alimentación de los callejeros.

Una idea innovadora llegó a Colombia para mejorar la calidad de vida de estos perros: un dispensador de comida instalado regularmente en un lugar vigilado por la comunidad y con sobrepoblación canina, a él los animales se acercan en cualquier momento del día.

Uno de los proyectos con más fuerza en el país, que adaptó este modelo de ayuda es ComeDog, una organización sin animo de lucro que ha instalado dispensadores en 28 departamentos del país.

El reto de esta innovación esta en encontrar una persona dispuesta a colaborar, así lo explicó María Aristizábal, directora de Arca Luminosa Fundación. “La idea de los dispensadores de comida para perros en las calles es excelente, siempre y cuando tenga un padrino o madrina responsable que se encargue de mantenerlo limpio y lleno de concentrado todos los días”, dijo.

Los dispensadores son un éxito porque los animales callejeros identifican la su ubicación y se acercan frecuentemente para alimentarse.

La idea es tan atractiva que muchos amantes de los animales, que no pueden acoger a muchos de ellos, instalan tubos de PVC con concentrado cerca a sus casas, y así de manera casera y fácil, les dan comida.

Otra alternativa para cuidarlos es hacer jornadas de alimentación de perros callejeros. Arca Luminosa Fundación contribuye con esta causa. “Hacemos jornadas casi todos los domingos desde las 8:00 a.m. hasta la 1:00 p.m. Los voluntarios donan el concentrado, de cualquier marca; vamos a los lugares de Bogotá con mayor sobrepoblación de canes que son el sur y la sabana de la ciudad”, afirmó Aristizábal, su directora.

La entidad inició este proyecto en junio de 2017 y ya completó 26 jornadas de ayuda a los perros en la capital.

Arca Luminosa y los voluntarios que los acompañan, que generalmente son entre 30 y 40 personas, se reúnen en puntos estratégicos, y se distribuyen grupos pequeños para abarcar más zonas en las que puedan beneficiar a más canes.

Cada jornada dan de comer a un promedio de 100 perros y según cifras de la fundación, con el proyecto han alimentado a cerca de 2.500 animales.

Otro de los propósitos principales de esta fundación, que se financia con donaciones de voluntarios, es instalar collares reflectivos en los perros para que sean visibles en las noches y así evitar accidentes automovilísticos.