Economía circular, una visión compartida

Colaboración, consenso y visión compartida, hacen de Colombia el país líder en América Latina, en materia de la gestión de los productos al final de su vida útil. El país no solo tiene el marco más completo de políticas, leyes, estrategias y 10 marcos legales, sino que estos han sido construidos con un alto nivel de consenso entre los sectores público y empresarial, de los últimos cinco gobiernos.

No hay mejor ejemplo en Colombia de colaboración, en materia de economía circular, que los programas posconsumo, que unen empresas y crean iniciativas que impulsan frentes para la recolección y selección de productos desechados, su aprovechamiento, la innovación y la inclusión social y regional. Andi ha creado los 10 más importantes programas del país e impulsa un trabajo conjunto como parte de su plan estratégico.

Frente a los desafíos que afrontan las iniciativas de sostenibilidad: impacto, perdurabilidad y respuestas proporcionales a los problemas (en este caso la gestión de los residuos), los programas de posconsumo (o técnicamente de responsabilidad extendida del productor), son un gran ejemplo de lo que se puede avanzar trabajando colectivamente. En el país, bajo la sombrilla del Grupo Retorna, se articulan seis iniciativas: rueda verde (llantas usadas), pilas con el ambiente (pilas usadas), cierra el ciclo (envases de plaguicidas domésticos), red verde (grandes electrodomésticos), Ecocomputo (productos electrónicos) y Recoenergy (baterías plomo-ácido usadas), lo cuales trabajan en conjunto con visión circular -anteriormente llamada Vision 30/30- (envases y empaques); hoy 578 empresas son parte de estas iniciativas. Cada programa tiene su propia agenda y administración, pero trabajan conjuntamente para impulsar cambios de hábitos de los consumidores, llegar a más zonas del país, interactuar con autoridades y actores regionales y compartir experiencias.

Los resultados de los siete programas son destacados, entre 2012 y 2024 se evitó que 780 mil toneladas de residuos llegaran a los rellenos sanitarios. Casi el 100% de estos residuos fueron aprovechados (el 49% fue reciclado, el 48% recuperado y el 2% reacondicionado); un 90% de las baterías plomo-acido fueron recolectadas y aprovechadas, lo mismo que un 75% de las llantas de carro usadas y un 44% de los computadores y periféricos. Millones de ciudadanos participan en la separación de sus residuos, permitiendo que se hayan aprovechado un estimado de 241 millones de pilas y 32 millones de llantas.

El trabajo con la cadena de valor es definitivo: en 2024, 136 empresa transforman lo recolectado y 88 gestores (incluyendo 57 organizaciones de recicladores de oficio) recolectan y clasifican los materiales, un fuente de nuevos ingresos para todos ellos; estimulando, por otra parte, la inversión en más infraestructura en la regiones, ofertas especializadas para dar mayor valor a los materiales y la generación de nuevos empleos. En el periodo citado las inversiones de los 7 programas citados ascendieron a 233 mil millones de pesos. Estas crecerán anualmente puesto que no solo los programas más maduros mantendrán su desempeño, y aumentarán su alcance. frente a lo gestionado en 2024.

La colaboración, el compromiso empresarial y el trabajo articulado con las autoridades genera más valor, que se expresa de varias maneras: vision circular tiene una robusta estrategia de innovación de envases y empaques con decenas de empresas participando y un programa de inclusión social con recicladores, pilas con el ambiente llega a 397 municipios,

La práctica de la economía circular contribuye con un crecimiento verde, creando nuevas oportunidades de inversión y nuevos empleos, haciendo las empresas más competitivas y salvaguardando el capital natural.