El motor de la innovación empresarial

En un mundo empresarial cada vez más consciente de su impacto social y ambiental, la responsabilidad social, más que un ejercicio deseable, constituye una labor innegociable por parte de las empresas con sus públicos de interés más inmediatos. Y es que, si bien el apoyo a las comunidades más vulnerables hace parte de las diferentes acciones de este compromiso, el desarrollo y el apoyo a iniciativas que generen un impacto positivo a largo plazo -como es el caso del emprendimiento- también son parte de esa promesa, incluyendo el acceso equitativo a la tecnología.

En ese sentido, resulta inspirador observar cómo en el mundo corporativo no solo existe una preocupación genuina por el desarrollo de tecnologías que beneficien a clientes y colaboradores, sino también un compromiso activo con el impulso del talento local. Desde el pequeño emprendedor hasta las grandes industrias, todos aquellos que se vieron afectados por la pandemia y tuvieron que reinventarse, han necesitado el apoyo de diversos aliados en la región.

Esta colaboración, precisamente, no solo se limita a proporcionar información técnica y financiera o en capacitar temporalmente a los emprendedores en áreas específicas, sino de formarlos para que sean auto suficientes y puedan generar un impacto duradero en sus comunidades. Además, tener un enfoque en innovación tecnológica no solo beneficia a los clientes, sino que también contribuye a reducir el impacto ambiental en sus diferentes operaciones. De acuerdo con el índice ‘Global Entrepreneurship Monitor’, GEM, 2022-2023, Colombia se encuentra en el puesto número 28, obteniendo la calificación más alta en América Latina en el Neci (Índice del Contexto Nacional para el Emprendimiento), el cual evalúa hasta 13 variables macroeconómicas relacionadas con el emprendimiento en 51 economías a nivel mundial.

El sólido desempeño del ecosistema emprendedor colombiano refleja el creciente potencial del país y confirma su papel clave en la región. Los rankings son herramientas valiosas que nos permiten visualizar tanto las prácticas exitosas como las áreas de mejora en el ámbito empresarial nacional, que, en su mayoría, se apoyan en la tecnología; lo que subraya la importancia de la innovación y la digitalización en el desarrollo empresarial del país.

En el caso de Epson, por poner un ejemplo, a través de acciones concretas y programas de apoyo, hemos proporcionado capacitación y asesoramiento a una amplia gama de pequeños empresarios, incluyendo mujeres, madres solteras y miembros de la comunidad Lgbtiq+, con el objetivo de prepararlos para desempeñarse autónomamente y ser contratados por otros clientes. Así las cosas, en los países donde operamos, contamos con aliados estratégicos como la Academia de Emprendedores y el Instituto Nacional de Aprendizaje, quienes se comprometen a garantizar que los cursos estén disponibles de manera equitativa y accesible para todos, facilitando así el desarrollo de ideas y la realización de los sueños de los participantes. En definitiva, además del apoyo directo a emprendedores, continuaremos colaborando en la innovación sostenible a través de nuestros diversos productos y operaciones sectoriales. La invitación es a que sigamos teniendo como objetivo minimizar el impacto ambiental y fomentar prácticas empresariales responsables que trasciendan más allá de donaciones o campañas específicas.

En conclusión, la responsabilidad social empresarial se ha consolidado como un factor determinante para la sostenibilidad y competitividad de las compañías en el mundo actual. El compromiso no solo radica en atender necesidades inmediatas, sino en construir capacidades a largo plazo que permitan transformar realidades y generar oportunidades.