Fondo Acción articula proceso para exportar el fruto del árbol de jagua
miércoles, 16 de marzo de 2016
¿Cuál es el trabajo que hace Fondo Acción?
Desde hace más de 15 años apoyamos a organizaciones de la sociedad civil y al sector privado a invertir en proyectos medioambientales y a la protección de la niñez, con énfasis en la primera infancia.
¿Cómo se financian los proyectos?
Con clientes o donantes del Fondo, entre los que se encuentra la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Banco Mundial, el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, el gobierno alemán. Administramos como Fondo esos recursos, seleccionamos las mejores propuestas en esos dos campos.
¿Cómo es el proyecto Nagua Nagoya?
Es financiado por el Fondo de Inversiones Nagoya, administrado por el Pnud. Son recursos de un fondo internacional, que es el Fondo Mundial para el Medio Ambiente y tiene un operador que es el Pnud, que trae esos recursos a Colombia. Luego, busca una entidad que le ayude a ejecutar en el territorio estos recursos. Ahí entramos nosotros.
¿De qué se trata el proyecto?
En Colombia, tenemos una enorme riqueza de diversidad biológica, principalmente, en los bosques. Por ejemplo, en el caso del Pacífico colombiano tenemos distintos productos que tienen muchos usos potenciales medicinales, alimenticios o para la industria cosmética.
Entonces, la jagua es un árbol en el Pacífico colombiano, particularmente en el Atrato Medio, que produce una fruta que ha sido usada tradicionalmente por las comunidades que habitan en esta región como alimento, pero tiene un uso especial y es que se uede extraer colorante azul del fruto de la jagua.
¿Cuál es la ventaja de esto?
Conseguir y obtener colorantes azules naturales, es decir no químicos, es muy difícil. No es muy común. Tenemos aquí la ventaja de ofrecer a la economía un colorante azul natural.
En este proceso, ¿con quién se asocian?
Entramos a mirar lo que es una cadena de valor, que arranca en el bosque, con la cosecha del fruto que la hacen las comunidades. Ahí empieza la cadena. El bosque produce este fruto y es cosechado por personas, que tienen que tener un entrenamiento especial para que cuiden muy bien del fruto. Estas personas entregan esa cosecha a una empresa local, que se llama Comercializadora Planeta.
¿Dónde entra Ecoflora?
Planeta, que es de propiedad de personas de la región, lleva el fruto a la empresa Ecoflora, donde se produce el tercer eslabón de la cadena que es la transformación del fruto en colorante. Entonces, Ecoflora ha desarrollado y registrado patentes, procesos tecnológicos para hacer una extracción muy eficiente.
¿Buscan exportar?
Ecoflora también está en la tarea de abrir mercados, como Europa y Brasil, para vender este colorante, que se puede usar para producir alimentos, farmacéuticos y cosméticos. Es muy valorado en los mercados internacionales. Así se cierra la cadena.
¿Qué obstáculos tienen?
La parte más difícil tiene que ver con las licencias para que Ecoflora pueda extraer este recurso de la jagua y exportar, porque agencias como la Federal de Drogas de Alimentos de Estados Unidos, a veces el Invima, tienen algo que decir en este proceso. Falta obtener licencias de los pares en Europa y Brasil para que Ecoflora pueda exportar.
¿Todavía no exportan?
No, es muy exitosa en todo el proceso de investigación, están trabajando, con muy buenos resultados, en la apertura de mercados porque hay mucho interés de compradores pero falta el último paso que son las licencias.
¿Desde cuándo está el proyecto?
Desde 2014 y termina este año. A finales de 2016, puede ir hasta principios de 2017, pero estamos en el último año. Cuando termine, el objetivo es que las comunidades sigan vinculadas.
¿Cuánto ha sido la inversión?
El aporte, que llegó a través del Pnud fue de US$980.000, pero también hay contrapartidas que han sido aportadas.
La opinión
Juan Fernando Botero
Presidente de Ecoflora
“El 99% de los obstáculos para poder echar a rodar el negocio son los permisos de las autoridades similares al Invima en otros países para probarles que es seguro”.