Responsabilidad Social

Fundación a favor de morir dignamente cumple 35 años a la espera de una ley

Valentina Pachón

Todo este trabajo inició en reuniones de la Fundación que se realizaron durante mucho tiempo en la casa de la presidenta Beatriz Kopp. El aporte inicial para la operación fue de $15.000 hecho por la fundadora, que cuando comenzaron a agotarse llevó a pedir una donación a los afiliados, en su momento de $20.000, sistema que se ha mantenido como forma de financiación básica para la organización: cuando una persona se afilia y firma el documento “Esta es mi Voluntad”, dona voluntariamente a la Fundación $50.000 o el monto que quiera aportar, cuantas veces quiera hacerlo, con el fin de que este organismo privado financie la lucha por la eutanasia. 

No obstante, esto ha representado un gran esfuerzo, pues la lucha por la muerte no es  fácil. Por esto para siquiera acercarse a una mejora de las condiciones de quienes voluntariamente quieren descansar en paz,  se requiere hacer un programa para sensibilizar sobre el tema, que se hable de este con familiaridad, y que el médico lo pueda tratar con humanidad y respeto.

La Fundación DMD seguirá buscando caminos para la regulación legislativa de la muerte digna y la formación de los profesionales de la salud en sus principios; incidir en las políticas públicas relacionadas con el tema; seguir construyendo el camino para que más personas en diferentes rincones del país conozcan la muerte digna y se incentive la investigación de todos los aspectos que la rodean, médicos, legales, psicológicos, sociales y culturales.   

Por esto, el abogado Carlos Gaviria (q.e.p.d) explicó en alguna oportunidad que “la Corte exhortó al Congreso para que dictara una ley que reglamentara situaciones relacionadas con la eutanasia activa; por ejemplo quién debe verificar la sanidad mental del paciente, quien debe verificar que la enfermedad que se padece es una enfermedad dolorosa incurable y además terminal. Sobre esas bases la Corte dijo que la eutanasia activa en Colombia era una conducta no punible para el medico que accediera a apresurar el proceso de muerte de un paciente que se encontrara en las condiciones ya dichas”.

Trabajan por eliminar el tabú a la muerte
La cultura occidental se relaciona con la muerte bajo la negación: se la quiere apartar, espantar, aunque sea un hecho tan natural como la vida. Los sectores que están en contra de los movimientos que defienden la autonomía de las personas sobre su vida y su cuerpo, en este caso la muerte digna, entienden la muerte en oposición a la vida y presentan estas construcciones sociales como si se tratara de una dicotomía, por esto, voceros de la fundación difunden información libre sobre el tema y hacen aseveraciones de este tipo.