Hay 1.203 especies que están peligro de extinción, según el Minambiente
jueves, 28 de abril de 2016
Teresita Celis
El hecho, inicialmente, se adjudicó a cazadores de los alrededores. Pero tras pesquisas hechas por la Fiscalía se encontró que un concejal de Junín y dos hombres más estarían, presuntamente, involucrados en el asunto. El animal fue encontrado con un disparo.
Mientras las investigaciones avanzan hay una realidad irrefutable, triste y peligrosa: especies como el oso andino -así también se le conoce- tienen en el hombre su principal enemigo. Este portentoso animal, peludo, que habita las montañas andinas y que es herbívoro hace parte de las especies, terrestres y acuáticas, que en Colombia están en peligro de extinción y por ello, son protegidas. No obstante, la mano arrasadora del hombre siempre aparece.
La resolución 192 de 2014 estableció el listado de las especies silvestres amenazadas de la diversidad biológica colombiana. En dicho documento se determinó que en el territorio nacional hay 1.203 especies amenazadas. De estas 173 están en peligro crítico, 390 en peligro y 640 son vulnerables. Del total de las especies amenazadas 407 corresponden a animales y 796 a plantas. “Sobre estas especies el Ministerio de Ambiente ha publicado una serie de programas que plantean acciones concretas para que desarrollen las corporaciones autónomas con el objetivo de protegerlas y conservarlas”, dijo Antonio Gómez de la División de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio de Ambiente.
El oso de anteojos, jaguares, pumas, manatíes, nutrias y delfines, entre otros, hacen parte de esas especies en peligro, cuyas alertas se han levantado cuando se avistan cada vez menos. Además de la caza, la existencia de estos animales se ve amenazada y en peligro por factores como la extensión de la frontera agrícola y ganadera, incluso en zonas de reserva, y de cultivos ilícitos. “Los van desplazando de su hábitat natural, lo que genera un alto riesgo de amenaza”, señala Gómez.
En el caso de las especies acuáticas, dijo Carolina Abella, quien maneja en el Ministerio el tema de recursos hidrobiológicos, la problemática se centra en el Caribe donde en los últimos meses se ha detectado cacería indiscriminada, sobre todo de manatíes.
Pero también son afectados por cambios climáticos, sequías o excesos de lluvias, y la contaminación de las aguas. “En muchas de estas especies el único depredador confirmado es el hombre”, dice Abella.
Oso de anteojos
Este año se han reportado dos osos de anteojos cazados. Este animal, mamífero, único en su especie, conocido también como oso andino o Ucumarí (vocablo indígena), es especialmente herbívoro aunque también se alimenta de carne. Habita en las montañas andinas pero su espacio se ha reducido drásticamente por la extensión del área agrícola y ganadera, también por la de los cultivos ilícitos, que los ha obligado a desplazarse.
Jaguares y pumas
La ampliación de la frontera agrícola y ganadera ha desplazados a los pumas y jaguares de su hábitat natural y por ello en muchas ocasiones se avistan cerca a ganados, fincas o a poblaciones. En el país hay unas seis especies de felinos a lo largo del territorio nacional.
Manatíes
En Colombia existen dos especies de manatíes: del Caribe y Amazonas. En la primera región se registró en los dos últimos meses una mortandad de 25 individuos de los que ya se evidencia poca población. En el Amazonas se detectó un problema de contaminación.
Nutrias
Se alimenta, entre otros, de peces y esto ha llevado a las nutrias a entrar en el radar de los pescadores como una competencia fuerte. Pero además, tienen en la contaminación otra amenaza. Habitan en ríos, lagos, lagunas, en ciénagas y ayudan al ecosistema.
Delfines
Una de las amenazas más latentes para los delfines del río Amazonas es la pesquería. Son utilizados como carnada para pescar mota, un pez comestible. El llamado de las autoridades es que la actividad pesquera se haga de manera responsable y sostenible.
Las opiniones
Antonio Gómez
Profesional del Ministerio de Ambiente
“A los animales Los desplazan de su hábitat natural, lo que genera un riesgo de amenaza para las especies”.