Responsabilidad Social

Ingenieros de la firma sueca ABB dictan clases sobre tecnología

Teresita Celis

Los ingenieros de la multinacional suiza, Asea Brown Boveri (ABB), no sólo tienen que ver con energía y potencia. También dictan clases y lo hacen en diversas universidades del país, públicas y privadas, en temas que tienen que ver con las tecnologías al rededor del subsector de los transformadores y productos afines.

Se trata, dijo la gerente de Comunicaciones, Mercadeo y Asuntos de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de la firma, Vivian Montoya Ruiz, de un programa de transferencia de conocimiento SKP, cuyo fin es que los ingenieros de la empresa dicten conferencias gratuitas a los estudiantes de educación superior en temas de tecnología. “El objetivo es contribuir a mejorar la calidad de la educación y proporcionar información de primera mano sobre lo último en tecnología disponible en el mercado en temas de productos de transformación, robótica, cargadores eléctricos, entre otros”, dijo.

El programa se desarrolla bajo convenios con las universidades y son los ingenieros los que se trasladan a las instituciones educativas a dictar las conferencias.

Según Montoya Ruiz, la multinacional ha capacitado bajo este programa, que se inició este año, a unos 500 estudiantes en diversas regiones del país.

Así mismo ABB, cuya planta de producción en Colombia está en Dosquebradas (Risaralda), aporta unas becas para los mejores estudiantes de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) en áreas de ingeniería. “Los muchachos ya no quieren estudiar ingenierías por muchos motivos, entonces queremos motivar a los jóvenes y creamos un programa de becas talento con el cual se busca incentivar aspectos como el aporte de la ingeniería al desarrollo del país”, sostuvo.

En otros temas como el ambiental, ABB se ha enfocado en la fabricación de productos (transformadores) con eficiencia energética sin emisión de gases tóxicos. Uno de ellos es la elaboración de transformadores con aceite vegetal, mercado al cual ingresó la compañía hace unos cinco años. “La diferencia con un transformador convencional, es que es cero nocivo para el medio ambiente y ofrece al cliente un sistema eficiente en producción de energía. Además los residuos del aceite vegetal son reciclables. Nosotros los donamos a una fundación en Pereira”, dijo.