Ambiente

La diversidad, más allá de una ventaja competitiva

La inclusión también es un concepto que ha ganado terreno

Claudia Vásquez

Un nuevo paradigma social y empresarial acobija nuestra realidad, y propone nuevos patrones de conducta corporativa en pro de la construcción de ambientes más saludables, promisorios y en lo que todos tengamos lugar para participar.

Bajo este contexto, la diversidad y la inclusión son preceptos que han ganado terreno, convirtiéndose en ejes de acción que deben ser incorporados al ADN de las organizaciones y gestionados desde todos sus frentes para aportar a la transformación no solo de un sector económico, sino de la sociedad en general como herramientas para disminuir las brechas sociales, salariales, y de acceso al conocimiento y al trabajo.

En ese sentido, y enfocándonos en la esfera empresarial de la diversidad, la misma debe ser comprendida como un atributo de gestión que genera ventajas competitivas únicas a través de la consolidación de equipos de trabajo plurales, en los que participen personas de diferente género, edad, sexo, raza, entre otros, con ideales, perspectivas, motivaciones y capacidades distintas que, al estar juntas, promueven la innovación y la consecución efectiva de resultados.

Así, la diversidad corporativa le apuesta a romper las formas y vías tradicionales con las que empresas alcanzaban el éxito y sus objetivos de negocio a partir de una concepción diversa del mercado, de la fuerza de trabajo y de la gestión del talento.

La diversidad empieza en los hogares, en los colegios y se puede gestionar desde las organizaciones. Por este motivo, desde CA Technologies estamos comprometidos con mejorar las estadísticas de diversidad pues reconocemos que una fuerza laboral heterogénea contribuye a mejores resultados para los clientes, servicios de calidad, productos más innovadores, y principalmente, permite incrementar las capacidades y competir efectivamente en mercados cada vez más exigentes. Lo anterior, sin dejar de lado el impacto social en términos de oportunidades laborales, bienestar y creación de ambientes saludables.

Sin lugar a duda, la diversidad empresarial no es solo un reflejo de la fuerza del consumidor diverso que exige empresas coherentes con lo que ellos son, sino que además es un espejo de lo que pasa en otras dimensiones sociales caracterizadas por crecientes tendencias que demandan formas de pensar abiertas en los sectores público y privado. En este sentido, el imaginario empresarial se está transformando y depende de nosotros como líderes y miembros de las empresas ser protagonistas del cambio, no solo para obtener resultados desafiantes al interior de nuestras organizaciones, sino de cara a la construcción de una sociedad cada vez más justa.

Nuestro reto es asumir la diversidad no solo como un patrón de no discriminación, sino como un compromiso con el futuro, como un valor de colaboración, de unión y de cambio necesario para construir un país con mayores oportunidades de desarrollo.

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