Responsabilidad Social

La empresa como motor del desarrollo

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Mima Peña Fajardo

Si bien el esfuerzo del gobierno y el trabajo extraordinario de muchas ONG  contribuyen a solucionar parte de los problemas de nuestra sociedad,  estos no son suficientes para resolver la magnitud de los problemas que enfrentamos.  Los altos niveles de pobreza, el desempleo, la polución, la violencia y la falta de educación,  para mencionar algunos, son problemas tan vastos, que los impuestos y las donaciones no son suficientes.

La filantropía  logra poner en marcha proyectos maravillosos, sin embargo tiene el inconveniente de que, en la mayoría de los casos, los beneficios son temporales; acabado el patrocino, se acaba el programa.  Además asume que quien maneja la donación sabe qué es lo que necesita quien la recibe. Al respecto, por ejemplo, varios beneficiados del programa  send a cow,  han agradecido a la ONG que dona vacas a familias pobres en África con la buena intención de que la vaca sirva de sustento a la familia, pero han aclarado:  no nos manden vacas, denos trabajo, traigan negocios que nos puedan contratar. 

Las soluciones de fondo deben ser rentables  y de  largo plazo. Por eso  es  crucial  involucrar a las empresas para que a través del desarrollo de su objetivo económico también se  comprometan con el desarrollo del país. 

Existe cierta desconfianza, muchas veces fundamentada, en contra de los intereses de las empresas, sin embargo es con la generación de negocios que producen un retorno económico de manera justa y sostenible, que podemos invertir en soluciones de fondo para nuestros problemas. Los empresarios por su parte dirán, tal vez con razón, que hacer empresa en este país es complicadísimo. Que al  pagar los numerosos impuestos y cumplir con los engorrosos trámites a los que están obligados, están más que cumpliendo con su parte.  

Al respecto la nueva tendencia del mercado está del lado de las empresas que se comprometen con su comunidad y con el medio ambiente, ya que cada día es más evidente que estos negocios no solamente están haciendo lo correcto sino que están en la vía de ser más rentables. ¿Porque? Porque tener óptimas condiciones de trabajo, por ejemplo, retiene a empleados, los mantiene contentos y puede evitar accidentes de trabajo, lo cual se traduce en beneficios para la empresa.  O al ser cuidadoso en el manejo de los desechos, o eficiente en la utilización de recursos, se  reducen costos. Inclusive,  las empresas  social y ambientalmente sostenibles logran un mejor posicionamiento frente a sus competidores ya que la tendencia demuestra que los clientes, cada día más,  prefieren productos o servicios que provengan de empresas responsables.  Por eso se dice que optar por negocios sostenibles  es un gana-gana para todos: empresa, medio ambiente y sociedad. 

Este modelo es particularmente beneficioso para países como Colombia por lo que es fundamental que el gobierno apoye a las empresas que están tomando ese camino. Así mismo es importante promover el desarrollo de nuevas industrias verdes que tengan la capacidad de crear empleos. Por ejemplo, la producción de energía solar y eólica, requiere de una mayor inversión en el corto plazo,  pero el beneficio económico, ambiental y social que generarán en el largo plazo, es indiscutible.