"Estimamos que más de 60% de nuestras subastas son para comercializar chatarra"
martes, 15 de julio de 2025
La gerente general de Subastas y Comercio, Martha Gómez, habló sobre cómo es el proceso y las dificultades que ha tenido el rubro
La chatarra, una fuente primaria de reciclaje para grandes compañías, es un sector que es dominado por Subastas y Comercio, que moviliza más de $200.000 millones entre materiales que son reutilizados y otros bienes, como construcción y maquinaria ya utilizada para proyectos de construcción e infraestructura.
La gerente general de la compañía, Martha Gómez, habló sobre cómo es el proceso y las dificultades que ha tenido el rubro. Además, destacó el rol de la compañía dentro del mercado, debido a los clientes de alto nivel que contratan los servicios de la empresa.
¿Qué proyectan para este 2025 en cuanto a ingresos con las subastas?
El año pasado cerramos con transacciones por $200.000 millones a través de nuestra plataforma. Y este año esperamos tener un crecimiento en ese ingreso más o menos del 10%, es decir, de $220.000 millones. Eso es un incremento conservador para la tendencia de crecimiento que hemos venido llevando en los años, pero en los últimos 2 años hemos notado un receso muy importante en la industria.
Lo que antes generaba los excedentes industriales era el dinamismo industrial y comercial, y al estar golpeado, se resiente la cantidad de excedentes que salen al mercado. Sin embargo, frente a ese panorama tenemos números altos porque el dinamismo de la coyuntura, hace que también se incentiven nuestras ventas pero a un menor valor de venta.
¿El ticket promedio ha bajado?
Muchísimo, casi 60%, en lo que tiene que ver con maquinaria y equipo. En chatarra ha subido porque el ticket de venta lo determinan factores de mercado externos, en vehículos ha bajado la cantidad, entonces en maquinaria el precio, en vehículos las unidades. En chatarra, el precio y las cantidades si dependen del mercado internacional y de muchos factores.
Por otro lado, antes las personas o industrias que necesitaban maquinaria acudían directamente al mercado de equipos nuevos. Hoy, en cambio, muchas optan primero por revisar el mercado de usados, buscan oportunidades entre los activos que grandes compañías han decidido renovar. Sin embargo, mientras hace tres o cuatro años estaban dispuestos a pagar precios más altos por maquinaria usada, hoy sus ofertas han bajado considerablemente.
¿Cuánto de esos $220.000 millones en transacciones, corresponde a chatarra, vehículos y maquinaria?
Estimamos que más de 60% corresponde a la categoría de chatarra. Aproximadamente 20% proviene de maquinaria y equipo, y otro 20% del segmento de vehículos. Esta última categoría es especialmente relevante para nosotros en términos de unidades subastadas. Subastamos todos los vehículos que salen del programa de Usados Renting del Grupo Bancolombia.
A esto se suman vehículos provenientes de otras compañías, como Davivienda, Suramericana y otros actores clave del sector. En conjunto, esto nos permite contar con un inventario mensual cercano a los 500 vehículos disponibles para subasta.
¿Cuál es el paso a paso para ustedes poder comercializar la chatarra?
Compañías como Argos, Cemex y, especialmente, las del sector petrolero generan una gran cantidad de residuos derivados de sus operaciones. Muchos de estos residuos son monetizables. Aunque comúnmente los denominamos “residuos”, en realidad se trata de materiales y equipos que pueden ser reintegrados a la industria para que otros actores los transformen en nuevos productos. A esto es a lo que nosotros llamamos chatarra.
Durante mucho tiempo se pensó que la chatarra era basura, pero no es así. La basura es aquello que ha perdido todo valor comercial. En cambio, la chatarra representa una oportunidad dentro del modelo de economía circular. Las compañías ponen nuevamente en circulación estos materiales y excedentes en el mercado, y nuestro trabajo consiste en hacer una inspección técnica detallada para clasificarlos, según su composición o sus principales componentes.
Evaluamos si contienen elementos electrónicos, cobre, aluminio u otros materiales predominantes, y con base en esa evaluación realizamos una valoración técnica. Esta valoración nos permite recomendar a nuestros clientes la mejor manera de comercializarlos, conformando lotes estratégicos según su ubicación, cantidad o tipo de material. A partir de esto, se establecen precios base para salir a subasta.
¿Ustedes subastan la chatarra, según los precios que están en las bolsas?
Para el mercado nacional, lo único que nos guía del precio internacional es la tendencia, porque aquí el valor lo determinan diferentes factores, como si el material va a ser reutilizado, exportado o enviado a fundición. No todo se destina a exportación.
El cobre no tiene un mercado interno fuerte en Colombia, por lo que en su mayoría se exporta. Hay materiales que contienen cobre, como los cables petroleros, que por dentro tienen lo que yo llamo unas "culebras llenas de cobre". Los compradores les hacen un proceso de limpieza y luego los preparan para exportación. En este caso, el precio internacional sí influye bastante, porque quienes participan en este mercado saben que el valor final estará regido por ese precio global.
¿Cuál es la chatarra que más se usa en el mercado local?
La chatarra ferrosa y no ferrosa es la que mayor demanda tiene en el mercado, ya que se utiliza principalmente en procesos de fundición para la fabricación de varillas y otros insumos esenciales en la industria de la construcción. Por eso, puede considerarse como la más comercializable.
¿Ha notado un detrimento en las subastas de chatarra?
Sí, sobre todo en cuanto a las cantidades que se están subastando en comparación con años anteriores. Creo que esas cantidades han disminuido porque la oferta bajo ese modelo se ha reducido. Sin embargo, la demanda se mantiene estable e incluso creciente, lo cual eleva los precios: al haber menos oferta, los compradores están dispuestos a pagar más por los productos disponibles. Por eso, esa categoría representa para nosotros la de mayor impacto tanto financiero como transaccional dentro de la compañía.
¿Cuántas toneladas de chatarra pueden estar ustedes comercializando anualmente?
El año pasado veníamos con un promedio importante. En 2023, que fue nuestro pico más alto, alcanzamos las 64.000 toneladas, lo cual es muchísimo.
¿Cuáles son sus principales clientes?
Creo que Ecopetrol y sus filiales, como Hocol y demás empresas del grupo, son actores clave en este mercado. También destaca Usado Renting del Grupo Bancolombia, especialmente en otra categoría. Suramericana tiene una participación relevante a través de la venta de sus vehículos de salvamento. En el segmento de chatarra, Argos es un jugador importante, al igual que Siemens. Son muchas las compañías que participan, pero estas son algunas de las más recurrentes en poner activos en disposición de chatarra.
En Subastas, valga la redundancia, ¿Cuántas subastas hay al día?
No te lo puedo decir con exactitud, porque hay días en los que no hay ninguna subasta, y otros en los que hay hasta 50. Pero hace dos años alcanzamos el récord más alto: fueron 10.000 subastas en el año, eso fue en 2023, que ha sido nuestro mejor año. Y el año pasado aumentamos muchísimo, casi llegamos a las 15.000 subastas, en gran parte porque empezaron a entrar las unidades de vehículos de empresas como las que te mencioné, que cada semana sacan 100 o 200 vehículos en subasta.
Eso, al mes, suma un montón de subastas realizadas y nos llevó a ese pico de 15.000. Yo creería que este año cerraremos con un número muy similar.
¿Más o menos 15.000 o un poco más?
Considero que la meta es alcanzar las 17.000 subastas. Siempre trabajamos con objetivos de crecimiento, y siendo coherentes con el aumento proyectado tanto en la generación de chatarra como en la participación de nuevos actores, estimo que podríamos llegar a esa cifra este año.
¿Cuántos carros subastan diariamente?
Es bastante. Hay días en los que manejo entre 200 y 300 carros en subasta. En la categoría de vehículos, eso representa un gran volumen de unidades. En cambio, en la categoría de chatarra hay menos unidades, pero son lotes más grandes y de mayor valor.
Una subasta de chatarra, como una de Essentia, son 3.000 toneladas de plástico. Eso es muchísimo, es una subasta de más o menos $5.000 o $6.000 millones en una sola operación. Mientras que, para tener 6.000 millones en carros, tendría que tener muchísimos vehículos.