Responsabilidad Social

La salud, algo primordial y una responsabilidad de todos los colombianos

María Cristina Álvarez

Cuando hacemos referencia a las problemáticas de acceso a medicamentos en países como el nuestro, es importante tener en cuenta que el verdadero “acceso” va mucho más allá de la simple discusión sobre su “precio”. Esta es apenas una de las piezas de un complejo rompecabezas.

Existe una variedad de factores que limitan que los pacientes accedan a las terapias que requieren, tales como la existencia de personal sanitario capacitado, infraestructura adecuada de laboratorios, centros de salud, hospitales y clínicas, infraestructura logística, regulaciones sanitarias, obstáculos culturales, sociales y geográficos; que impiden la educación en salud, los exámenes y el tratamiento oportuno, así como la falta de adherencia a las terapias y la calidad de la atención.

Las soluciones a estos problemas son complejas y por tanto mejoras sostenibles para el acceso a medicamentos dependen de un trabajo conjunto de la comunidad internacional, los gobiernos de los países en desarrollo, organizaciones no gubernamentales, la comunidad y las compañías dedicadas al cuidado de la salud; con el fin de encontrar respuestas innovadoras a estos problemas.

Un ejemplo es la malaria, que es la enfermedad tropical contagiosa que causa más muertes en el mundo después de la tuberculosis, aunque se puede tratar y prevenir, sigue siendo devastadora y afecta aproximadamente a 219 millones de personas en el mundo con un estimado de 660.000 muertes al año, de acuerdo al último reporte Mundial de Malaria publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En nuestro país hay por ejemplo, 25 millones de colombianos que se encuentran en riesgo de contraerla o morir por ella.

Frente a esta problemática y conscientes de la necesidad de contribuir a la lucha contra este flagelo, nace la Iniciativa Malaria, el programa de Novartis que durante más de 13 años ha llevado 600 millones de tratamientos a nivel mundial a costo, gracias al histórico acuerdo firmado con la Organización Mundial de la Salud en el que la compañía se compromete a distribuir su tratamiento sin ánimo de lucro para erradicar esta enfermedad.

Este esfuerzo dio como resultado más de 100 millones de personas beneficiadas tan solo durante 2013 en el mundo, incluyendo Colombia, lo que es una clara evidencia de los logros que se alcanzan cuando se trabaja de manera conjunta, coordinada y solidaria con diferentes entidades que comparten una visión y objetivo común.

Es importante recordar que ninguna compañía del cuidado de la salud -sin importar cuán comprometida esté con los pacientes- puede cerrar por sí misma la brecha del acceso.

Se debe asumir una actitud responsable como actores del sector de la salud y buscar nuevos e innovadores caminos que ratifiquen el compromiso con las comunidades en donde se opera, que van más allá de programas aislados de altruismo, sino que se entretejen con la estrategia corporativa.

La coordinación efectiva, la innovación y el compromiso de todos y cada uno de todos nosotros, permitirán hacer y seguir haciendo la diferencia juntos, porque el acceso a la salud es una responsabilidad de todos.