Ambiente

Lotería del reciclaje logró subir 47% la cantidad de botellas recicladas

Gráfico LR

La investigación, publicada en la revista científica Waste Management, fue desarrollada por la Universidad de Columbia Británica

Valentina Sánchez Forero

¿Y si reciclar botellas fuera tan emocionante como comprar un billete de lotería? Esa fue la pregunta detrás de un experimento en Canadá que podría transformar la forma en que reciclamos en el mundo. Y la respuesta fue clara: cuando las personas tienen la oportunidad de ganar un premio grande, aunque poco probable, por devolver envases, reciclan más.

La investigación, publicada en la revista científica Waste Management, fue desarrollada por la Universidad de Columbia Británica y revela una estrategia insólita pero efectiva: reemplazar el reembolso fijo de 10 centavos por botella reciclada por una “lotería del reciclaje” con premios de hasta US$1.000. El resultado fue un aumento de 47% en la cantidad de botellas recicladas.

Este pequeño cambio marcó una gran diferencia”, aseguró la profesora Jiaying Zhao, autora principal del estudio. “La gente estaba más entusiasmada, más involucrada y trajo más botellas”.

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El experimento se llevó a cabo en tres fases, en provincias canadienses donde ya existen sistemas de depósito-reembolso. Los participantes podían elegir entre el incentivo tradicional de 10 centavos garantizados o una alternativa aleatoria: desde 0,01% de posibilidad de ganar US$1.000 hasta 10% para obtener uno. Curiosamente, una parte importante optó por el juego de azar.

En Spruce Grove, Alberta, 39% de los participantes eligió la opción con premio de US$1.000 pese a sus escasas probabilidades. “La expectativa de un gran premio resultó más motivadora que la seguridad de una suma pequeña”, señalaron los investigadores. Quienes participaron en la lotería llevaron, en promedio, tres botellas por cada dos que llevaron los del grupo de recompensa fija.

El estudio también midió el nivel de felicidad de los participantes. Quienes optaron por la “recompensa aleatoria” reportaron sentirse más felices en el momento de hacer su elección. La simple posibilidad de ganar generó una especie de entusiasmo anticipado que los investigadores identifican como un motor adicional para fomentar el reciclaje.

“No se trata solo del dinero”, concluye Zhao. “También es la emoción de participar, la esperanza, el juego. Esa experiencia psicológica tiene un valor que no podemos ignorar”.

¿Una estrategia aplicable en el mundo?

Aunque solo Noruega ha adoptado formalmente este sistema, con una tasa de devolución cercana a 100%, la evidencia científica recogida en Canadá sugiere que es un modelo escalable y eficiente. Según las proyecciones del estudio, si se implementara en Estados Unidos, podría generar más de dos millones de toneladas adicionales de botellas recicladas y reducir casi cinco millones de toneladas de emisiones de CO₂.

Los autores insisten en mantener la opción de devolución garantizada, especialmente para las personas que dependen de ese ingreso. “No se trata de reemplazar el sistema, sino de enriquecerlo con una opción que motive más sin aumentar costos”, aclara el artículo.

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