Bajarle "cinco" al estrés le ayuda a su salud y le permite ser un "10" en productividad

En ocasiones el mundo laboral ocupa todos los aspectos en la vida de los trabajadores, dejando de lado momentos de ocio, dispersión y hasta descanso, que resultan esenciales para mantener una vida sana.

Las consecuencias de ese desbalance repercuten en la salud, en algunos casos, de forma inmediata, por ejemplo, la cefalea tensional, que es un tipo de dolor de cabeza, se produce por la inflamación de los músculos del cuello y el cuero cabelludo. De acuerdo con la Clínica Mayo, esa contracción se produce por estrés, ansiedad o algún tipo de traumatismo.

Incluso si se dejara el aspecto de la salud a un lado, y se primará la economía, la firma Deloitte encontró que anualmente en Estados Unidos se pierden US$2.000 por colaborador, debido al ausentismo, generado por enfermedades relacionadas con lo laboral.

Por eso, para las empresas y los ejecutivos resulta clave buscar mecanismos para disminuir el estrés, con el fin de mantener o aumentar la productividad y a la vez aportar al bienestar del empleado.

De acuerdo con Isabel Nieto, managing consultant de Michael Page, el trabajo en equipo puede impulsar la productividad, y permite una mejor gestión del tiempo, lo que disminuye el estrés y beneficia la salud de los trabajadores integralmente.

“Para la productividad es importante centrarse en la promoción de trabajo en equipo, así podrán aumentar la satisfacción laboral y su eficiencia. Tener flexibilidad para equilibrar sus roles dentro y fuera del espacio de trabajo y alentar a la expresión de emociones de manera saludable para mejorar relaciones laborales y gestión de tareas, es fundamental”, explicó Nieto.

Además de los beneficios que tiene el trabajo en equipo, factores como el ejercicio, la meditación, crear rutinas y ambientar los espacios de trabajo es esencial.

“Para disminuir el estrés es clave priorizar y delegar tareas, establecer límites claros entre los horarios de trabajo y descanso, evitar llevar trabajo a casa y no contestar pendientes laborales en horarios que no corresponden. La práctica de técnicas de relajación es importante para lograr mantener la concentración y el foco durante las jornadas de trabajo”, dijo la experta.

La gestión del tiempo es clave, de hecho se han diseñado modelos como el pomodoro, desarrollado por el italiano Francesco Cirillo, un estudiante que buscaba optimizar sus sesiones de estudio universitario.

El método recibe el nombre porque existe un temporizador de cocina, conocido como pomodoro, de hecho estéticamente parece la fruta, y permite medir el tiempo de preparaciones gastronómicas con exactitud.

La estrategia es fijar el temporizador en 25 minutos, y en ese tiempo concentrarse en una sola actividad. La labor debe hacerse intensivamente, y al finalizar el tiempo, se toma un breve receso de cinco minutos.

Esto se repite varias veces, hasta completar la jornada laboral, haciendo pausas más largas cada cuatro pomodoros.

De acuerdo con la firma Michael Page, las pausas activas entre la jornada laboral son esenciales, y aunque puedan verse como una pérdida de tiempo, en realidad impulsan la productividad, y evitan varios problemas de salud.

“Puede simplemente caminar por la oficina o conversar con un compañero de trabajo. A la hora del almuerzo, aléjese de su escritorio y coma en otro lugar. Esto lo ayudará a relajarse, recargar energías y regresar del almuerzo renovado y listo para volver al trabajo”, reseñó Michael Page.

En caso de sentirse mal, el mejor consejo es consultar con un experto en la salud.

No caiga en el síndrome de desgaste laboral

El desgaste laboral no es solo un concepto social. En la medicina se estudia este caso, que se considera como una enfermedad laboral y tiene efectos tanto físicos, como emocionales. También conocido como burnout, se produce cuando el estrés genera sensación de impotencia o inutilidad en el trabajo, lo que puede enfermarlo y aumentar la probabilidad de desertar.

Según la Clínica Mayo, entre las consecuencias derivadas se destacan la tristeza o el aumento de la irritabilidad, el aumento del consumo de alcohol o drogas, y el desarrollo de enfermedades cardiacas.