Salud

La agilidad guiará al sector farmacéutico en la próxima década

Las alianzas entre distintas compañías farmacéuticas, la academia y los gobiernos nos ayudan a enfocarnos en lo realmente crítico

Sebastián Guerrero

La relevancia actual de la industria farmacéutica es innegable. La agilidad con la que las compañías respondieron a la pandemia con una visión humana cambió paradigmas e incentivó la investigación como nunca antes. Hoy, compañías más flexibles al cambio están mostrando el camino para aumentar el acceso de tratamientos innovadores a la población mucho más allá del covid-19.

A punta de ciencia, talento, y tecnología, miles de científicos en laboratorios le han estado ganando la “carrera” a enfermedades prevenibles con vacunas, transmisibles como el VIH, y complejas como el cáncer o la EPOC. Pero el éxito de la vacunación masiva y la producción de antivirales en tiempo récord aumentó el estímulo a la investigación y desarrollo (I&D) de terapias optimizadas para tratar y prevenir condiciones con las que convivimos hace siglos.

El reto es seguir desarrollando tratamientos a través de metodologías que consoliden en la “nueva normalidad” una industria ágil, innovadora, pero, sobre todo, centrada en el paciente. Ciertamente, la crisis sanitaria ofreció tres claves que permitirán mantener este ritmo en la próxima década: la anticipación, la agilidad y la colaboración.

La primera es un catalizador que demuestra la importancia de anticipar las enfermedades o, al menos, sus consecuencias más severas. Ya hemos evidenciado el éxito de este enfoque a través de la vacunación y tratamientos para el control de enfermedades transmisibles, que han disminuido significativamente la mortalidad infantil, al tiempo que han extendido la expectativa de vida alrededor del mundo. Para seguir anticipándonos debemos mirar hacia el futuro y proyectar prioridades de salud pública del hoy y del mañana, retando nuestro conocimiento del paciente y del entorno. Reforzar la capacidad innovadora de la industria será clave para diseñar terapias a la medida de quienes lo necesiten.

Asimismo, la experiencia nos enseña que la única forma de ganarle la carrera a la enfermedad es con agilidad. Estos tiempos nos reafirmaron la importancia de actuar con velocidad y prontitud para diseñar soluciones de salud alineadas a las necesidades cambiantes de la población. Ser ágil es la única manera de responder de manera eficiente al mundo dinámico en el que vivimos, y es una apuesta tan desafiante como emocionante que puede impulsar la productividad, retar la capacidad de la industria, y aumentar la calidad de las soluciones al servicio del bienestar de la gente.

Y, por último, la colaboración es fundamental para afianzar los puntos anteriores. Las alianzas entre distintas compañías farmacéuticas, la academia y los gobiernos nos ayudan a enfocarnos en lo realmente crítico y necesario, además de generar sinergias entre los actores relevantes del Sistema de Salud.

Las compañías farmacéuticas estamos en un proceso de transformación para atender más rápido y mejor las necesidades de los pacientes. Para lograrlo hemos iniciado un “viaje” hacia organizaciones ágiles, y estamos logrando mezclar el estricto cuidado de los procesos con un grado extra de flexibilidad para responder al cambio, de la mano de equipos atentos a las oportunidades que surgen del entorno para desarrollar y probar nuevos enfoques.

Queremos seguir dando pasos para generar mayor impacto positivo en la salud, aumentando el acceso a tratamientos innovadores a toda la población. Consolidar esta nueva orientación de industria ágil, anticipada y colaborativa, pero manteniendo el enfoque en el paciente y los más altos estándares éticos, debe ser la apuesta de la industria, mucho más allá del covid-19.

TEMAS


farmacéuticas - Industria Farmacéutica