La ansiedad laboral minimiza rendimiento

La OMS define a la salud mental como un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar sus habilidades, aprender y trabajar adecuadamente.

Según la más reciente encuesta de percepción sobre salud mental, realizada por el Ministerio de Salud, 66,3% de los colombianos indicó que durante su vida ha enfrentado algún problema relacionado y que los lugares en los que más perciben ansiedad, son sus hogares o el lugar de trabajo.

La OMS define a la salud mental como un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar sus habilidades, aprender y trabajar adecuadamente. Al plantearse que el ser humano es un ser biopsicosocial (cuerpo, mente y ambiente) se entiende que todo individuo necesita de esos tres componentes para tener un desarrollo idóneo y acorde a sus necesidades. Al conectarlo a un entorno laboral, los tres componentes se convierten en elementos esenciales para el desarrollo de la salud mental, tanto a nivel personal como de trabajo.

Cuando nos adentramos al contexto laboral, no encontramos un buen diagnóstico. El más reciente reporte de Gallup Group señaló que Colombia ocupó el noveno lugar en el top 10 de países latinoamericanos en los que se presenta un mayor número de estrés laboral. Además, estableció que las mujeres lo presentan en mayor medida, con un 51%, mientras que solo 34 % de los hombres lo padece. Esto, concuerda con el informe de MinSalud, en el que las afectaciones de salud mental en las mujeres aumentan a un 69,9%, evidenciando la alta carga especialmente en esta población.

Autores como Palma, Gerber y Ansoleaga, explican que el desempeño laboral se minimiza con estas afectaciones, acarreando consigo mayor ansiedad en los trabajadores, bajos resultados, estadísticas altas de incapacidades, fallas contundentes en las relaciones interpersonales, escaso reconocimiento para los funcionarios, bajo control sobre el trabajo, desequilibrio entre esfuerzo y recompensa, entre otros.

Para nadie es un secreto que los contextos laborales después de la pandemia cambiaron y que hoy, es muy fácil que los individuos cambien su percepción hacía las organizaciones, desarrollando síntomas como estrés, desmotivación e insatisfacción laboral, depresión, fatiga mental o sentimientos de culpa y ansiedad, por mencionar algunos.

Por ello, la invitación es a tomar conciencia sobre la importancia de la atención de los individuos, en especial porque el rendimiento depende del nivel de apreciación y aceptación de su carga de trabajo. Para que ello sea posible, los líderes, gerentes de empresas, directores, y todas las personas que cuenten con trabajadores a cargo, deben establecer pautas que promuevan un ambiente cálido y propositivo para el desarrollo de las actividades laborales: Flexibilización de la jornada laboral; estimulación del aprendizaje mediante la diversificación laboral; fortalecimiento de las relaciones interpersonales a través de la comunicación asertiva; promoción de actividades físicas y deportivas que permitan el cambio de contexto y descarga de energía. Generación de talleres relacionados con el manejo de estrés, habilidades de comunicación, crecimiento personal, liderazgo y relaciones interpersonales.

El llamado es a desarrollar actividades que propicien el bienestar del trabajador, para que no se afecte su reconocimiento como individuo, ya que cuidar de los equipos de trabajo de forma integral, redundará en resultados formidables para cada organización.

La mejor inversión que se puede hacer en la actualidad es fortalecer el cuidado de la salud mental de quienes componen los entornos empresariales.